Bueno he visto este articulo y no lo he puesto en practica pues estoy currando pero pa kedarte con un grupo y subir tu valor puede ir muy bien en fin decidme ke os parece
Jugando con nuestros fantasmas, tocándonos narices Cuando oímos hablar de un miembro fantasma pensamos inmediatamente en alguien que, a pesar, de haber perdido un brazo o una pierna, la sigue sintiendo como suya (más información en una entrada anterior). Durante mucho tiempo se pensó que una persona con todos sus miembros intactos no podría sentir estas alteraciones, pero el neurólogo V. S. Ramachandran, con un par de sencillos experimentos demostró que cualquiera podía alterar la representación de su cuerpo en su mente llegando a sentir que su nariz mide un metro o que una mano de goma forma parte de su cuerpo. Por suerte, para realizar estos experimentos no se necesita ningún instrumento sofisticado, simplemente la ayuda de un par de amigos, así que veamos como llevarlos a cabo.
El experimento se basa en que, a pesar de lo que nuestra intuición nos asegura, la representación que tenemos de nuestro cuerpo en nuestra mente se puede alterar fácilmente. La descripción original de los tres experimentos se encuentra en la trascripción de una conferencia impartida por el investigador y en el magnífico libro \"Fantasmas en el cerebro\".
Para el primer experimento se necesita un sujeto, llamémosle Adrián, y dos ayudantes, Bea y Carlos. Todo lo que Adrián debe hacer es sentarse en una silla con los ojos vendados y Bea se sentará en una segunda silla delante de él. Ambas sillas no deben estar enfrentadas sino una detrás de otra y alineadas en el mismo sentido. A continuación, Carlos, que se situará junto a ambos, debe agarrar la mano derecha de Adrián y hacer que su dedo índice toque la nariz de Bea en una secuencia de golpecitos aleatorios. Al mismo tiempo, Carlos con su mano izquierda debe dar los mismos golpecitos en la nariz de Adrián. Es muy importante que los golpes sigan una secuencia aleatoria, cuando más impredecible sea la secuencia más intensa será la ilusión, y que los toques del dedo de Adrián en la nariz de Bea y del dedo de Carlos en la nariz de Adrián sean simultáneos. Con algo de suerte a los 30 o 40 segundos Adrián sentirá que ,o bien su nariz se ha alargado hasta medir un metro, o que se le ha separado del cuerpo y que se encuentra flotando un metro más allá de su cara. El investigador probó el experimento en 18 individuos y 12 sintieron la extraña distorsión de su cuerpo.
La alucinación se basa en que el cerebro de Adrián está detectando unos golpes en su nariz y, al mismo tiempo, detecta que se está golpeando con su dedo índice una nariz. Si los toques son aleatorios e impredecibles concluye que si le están tocando la nariz y él está tocando una nariz necesariamente ambas narices deben ser la misma y deforma la representación interior que tiene de su cuerpo para que todo siga cuadrando.
Una vez conseguido que una persona sienta la nariz de otro como si fuese suya, el neurólogo decidió ir más allá, concretamente hasta una tienda de artículos de broma, y allí compró una mano de goma. En el segundo experimento se pretende conseguir que el sujeto sienta que esta mano de goma forma parte de su cuerpo. En esta ocasión, además de la mano de goma, se necesita un ayudante y una pared de cartón de 60 x 60 cm. Adrián debe sentarse junto a una mesa y debe situar su mano derecha detrás de la pared vertical de cartón, de forma que no pueda verla. La mano de goma se colocará justo delante del cartón para que quede bien visible frente a Adrián. Todo lo que debe hacer Carlos es golpear suavemente la mano de Adrián y la mano de goma en puntos equivalentes siguiendo una secuencia, que de nuevo debe ser aleatoria. Además es muy importante que Adrián no vea los movimientos de la mano de Carlos oculta tras el cartón. Si hay suerte, a los pocos segundos Adrián comenzará a sentir que la mano de goma forma parte de su propio cuerpo y que Carlos le está golpeando su mano de goma.
En el último experimento Ramachandran decidió probar si era necesario que el elemento que iba a ser integrado en la imagen mental debía, necesariamente, guardar un parecido anatómico con el miembro que se iba a sustituir. Para ello, simplemente, sustituyó la mano de goma del experimento anterior por un zapato y repitió el experimento. Por sorprendente que pueda parecer el resultado fue que el sujeto integró el zapato como parte de su propio cuerpo. Según describe el investigador incluso consiguió hacer sentir al sujeto que la propia mesa formaba parte de su cuerpo cuando escondió la mano del sujeto bajo la mesa y los golpes simultáneos se dieron en la mesa y en la mano.
Sorprende que la imagen mental que tenemos de nuestro cuerpo y que nos ha acompañado de forma estable desde la infancia se pueda alterar tan groseramente con una simple secuencia del golpes. Al parecer, esta imagen corporal es una construcción interna totalmente transitoria actualizada segundo a segundo. A pesar de que conscientemente sabemos que la nariz, el zapato o la mano de goma no pertenecen a nuestro cuerpo el procesamiento inconsciente de la información sensorial que se realiza en nuestra mente nos induce a sentir como propio algo absurdo. Tan sólo resta añadir que mientras preparo una entrada sobre como conseguir hacer a un sujeto sentir que se encuentra fuera de su propio cuerpo con un equipo de realidad virtual y unas cuantas palmaditas quedo a la espera de las noticias de algún lector temerario que quiera compartir sus experiencias.
Publicado por aristarcos en 14:30